sábado, 27 de marzo de 2010


De una acción ¿es juzgable la intención, la consecuencia o ambas?

10 comentarios:

  1. En este artículo hablan sobre ese tema desde la perspectiva de los últimos experimentos de neurociencia:
    "Las personas con trastornos en esta área son incapaces de evaluar moralmente acciones maliciosas, en caso de que éstas fracasen o no tengan resultados nocivos".

    ResponderEliminar
  2. A raíz de la Terapia Cogntiva ( espero no decir una atrocidad) es posible que juzgar una intención sea una especie " de adivinación" pues no tenemos ningún dato empírico de la intención.

    ResponderEliminar
  3. Es muy difícil entrar a juzgar la intención. Lo que si es seguro es analizar los resultados.

    ¿Se puede conocer de verdad la intención de los actos por otras personas que no sea el propio sujeto?. Creo que no. Es algo intimo y personal.

    Saturnino Martín Cerezo

    ResponderEliminar
  4. Saturnino coincido en eso que dices de que no podemos conocer la verdad de la intención. A priori la intención de las personas ¿ es buena o mala?
    ¿La intención no es un componente de la acción? Si no la tenemos en cuenta es posible que no veamos la acción completa.

    ResponderEliminar
  5. Totalmente de acuerdo en que la intención es un elemento más de la acción y que ha de ser considerado al juzgarla. Pero también de acuerdo en que la intención no es posible juzgarla desde fuera, supongo que como mucho inferida desde indicios e indicadores externos que en pocas ocasiones serán unívocos. Pero permitidme darle otra vuelta a la tuerca, pues mantengo que en muchas ocasiones ni uno mismo es capaz de conocer de un modo claro cuáles son sus propias intenciones, cuántas veces analizando un hecho con cierta distancia se puede comprobar que nuestras intenciones no eran necesariamente las que nosotros creíamos...

    ResponderEliminar
  6. Puedes poner un ejmplo de ese no saber nuestras intenciones.

    ResponderEliminar
  7. A modo de ejemplo como solicitas: ¿No os ha pasado nunca que pensabais estar poniendo toda la carne en el asador en una relación con otra persona (amistosa, afectiva o laboral) y pasado el tiempo descubrir que en muchas ocasiones la saboteabais mediante acciones u omisiones de las que no erais plenamente conscientes? U otro ejemplo: ¿Cuántas veces habeis hecho todo lo posible por conseguir algo mientras que al modo de la zorra y las uvas de la fábula os deciais a vosotros mismos que después de todo tampoco era tan importante en vuestras vidas? ¿Cual era en vuestros casos vuestra "verdadera" intención, la razonada y verbalizada o la que podemos entender como más primaria y cercana a la parte inconsciente que en todos nosotros tiene un papel mucho más relevante que el que en ocasiones nos gustaría reconocer?

    ResponderEliminar
  8. Anónimo, si pasara eso de "que no sabemos nuestras intenciones" sería lgo paranóico pues tengo una personalidad que conozco y otra "oculta" que desconozco ,pero que guía mis comportamientos.
    Es como eso "engañarse" a uno mismo. Algo imposible porque en el momento que sabes que te engañas dejas de engañarte. Es lo que pones como ejemplo. Además una pregunta ¿ sólo sabes tus verdaderas intenciones a posteriori? ¿Para qué reflexionar antes de hacer algo?

    ResponderEliminar
  9. Creo que en tu respuesta haces una generalización que yo no hago. Lo que yo "intento" plantear es un ejemplo de que no siempre somos conscientes de nuestras intenciones lo que no implica que siempre seamos inconscientes. Simplemente quiero remarcar que el peso de lo inconsciente en nuestras vidas es mayor de lo que muchas veces queremos reconocer. Y si bien es cierto que la reflexión es útil (y necesaria en muchos casos) sí que creo como indicas que el análisis de las intenciones alcanza su mayor precisión (nunca total, por lo dicho antes) cuando se realiza a posteriori. Sobre lo otro que aportas me parece que desgraciadamente "engañarse a uno mismo" es bastante habitual.

    ResponderEliminar
  10. ¿Cuándo es válida la reflexión? ¿Cuándo actua la parte inconsciente?

    "Engañarse a uno mismo" es imposible, porque siempre sabes tus propias intenciones. A lo mucho puedes evitar la realidad ( mirar a otro lado).

    ResponderEliminar